Los lugares frecuentados por Don Pino Puglisi, o vinculados a su ministerio pastoral, en Palermo se convierten en destinos donde se puede obtener la indulgencia plenaria. En el año en que se cumple el 30 aniversario de la muerte del sacerdote asesinado a manos de la mafia -el 15 de septiembre de 1993- y dedicado por la archidiócesis de Palermo a la memoria de su martirio, el Papa Francisco concede la indulgencia plenaria a los fieles y peregrinos que visiten la catedral de la capital siciliana, donde reposan los restos mortales del beato Giuseppe Puglisi; la parroquia de San Gaetano, en el barrio de Brancaccio, donde el padre Pino intentó sembrar el Evangelio y arrebatar a las nuevas generaciones la cultura mafiosa el centro de acogida “Padre Nostro” que fundó en el mismo barrio; el Centro Diocesano de Vocaciones, del que fue director; la parroquia de María Santísima Inmaculada Concepción de Godrano, de la que fue párroco; la casa, hoy “Casa Museo Puglisi”, en la que vivió y ante la que fue asesinado.
Condiciones para obtener la indulgencia plenaria
La indulgencia plenaria puede obtenerse combinando la visita a los lugares de Don Puglisi con la confesión, la comunión eucarística y la oración según las intenciones del Papa. El decreto, con el que el Papa lo ha ordenado, fue emitido por la Penitenciaría Apostólica a petición del arzobispo de Palermo, monseñor Corrado Lorefice, con ocasión del año conmemorativo en memoria del martirio in odium fidei del padre Puglisi. También los ancianos, los enfermos y quienes, por motivos graves, no pueden salir de casa, podrán obtener la indulgencia plena si cultivan la intención de cumplir, cuanto antes, las tres condiciones habituales y si se unen espiritualmente a las celebraciones en memoria del beato Puglisi previstas a lo largo del año, ofreciendo a Dios los sufrimientos ligados a su condición.
En la archidiócesis de Palermo, el nuevo año pastoral en memoria del martirio del padre Puglisi se abrió con una celebración eucarística oficiada por Lorefice el 15 de septiembre, durante la cual el prelado entregó a la Iglesia de Palermo la carta “Hasta que el amor se cumpla”. “Treinta años después, el mártir Giuseppe Puglisi sigue acompañando a su Iglesia y a la nuestra. Él es lo que debe ser la Iglesia, la confirmación en el don del Espíritu”, reza la carta del arzobispo, que recuerda la visita del Papa Francisco a Palermo hace más de cuatro años, en el 25 aniversario de la muerte del sacerdote antimafia, beatificado por el propio Francisco el 25 de mayo de 2013. “El mal trata de anonadarnos, de inculcarnos la duda de que esto es lo que nos hará felices: la mafia fue y es para nuestro Palermo, la mayor ilusión de felicidad”, escribe el prelado, que llama don Puglisi y con él a todos los mártires de la mafia en la archidiócesis.