Evangelio de Hoy: ¿Puedo hacer obras más grandes que las de Jesús?

Evangelio 7 de mayo 2023, según san Juan: (Jn 14, 1-12)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy”.

Entonces Tomás le dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?”. Jesús le respondió: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”.

Le dijo Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. Jesús le replicó: “Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ve a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aun mayores, porque yo me voy al Padre”.

Palabra del Señor.

“Harán obras más grandes, porque yo me voy al Padre”
En el discurso que leemos hoy Jesús les dice a los discípulos que quien crea en Él, hará obras como las suyas y aun mayores porque Él se va al Padre ¿Qué quiso decir con esto?

El asunto que causó mayor conflicto a lo largo del ministerio de Nuestro Señor Jesucristo fue precisamente su relación con Dios. En una ocasión le dijeron “no te queremos apedrear por tus obras sino porque dices que eres Hijo de Dios y te haces igual a Dios” (Jn 10,32-33).

En el discurso que escuchamos hoy Jesús insiste claramente en que el Padre está en Él, y Él en el Padre. Desde la primera comunidad cristiana la fe en que Jesús es verdadero Dios es algo fundamental y también se entiende que fue esa la causa de su condena a muerte.

El Señor Jesús, a lo largo de todo su ministerio se dedicó a hacer las obras que el Padre le concedió hacer. Cuando iba a resucitar a Lázaro oró así: “te doy gracias Padre porque siempre me escuchas…” (Jn 11, 41). Sin embargo, durante la última cena Jesús sí insistió en que tenía que irse de este mundo a la casa del Padre, incluso escuchamos hoy “…porque voy a prepararles un lugar” (Jn 14,1-3).

Cuando el Señor habla del más allá hace sentir que la circunstancia del más allá es muy superior a la de la vida presente. Por tanto, no es del todo ilógico que también diga a los discípulos que su intercesión ante el Padre será mucho más efectiva, a saber, “harán obras más grandes, porque me voy al Padre”.

Existe una anécdota de la vida del Padre Pío de Pietralcina que comenta su fe en que una vez que muriera, su intercesión delante de Dios sería más fuerte aún. Tal vez esto refleje la misma convicción que tuvo el Señor en la última cena.

Post Comment