Tras la muerte del Papa emérito Benedicto XVI la madrugada del 31 de diciembre de 2022, volvió a tomar fuerza su carta publicada el 29 de agosto de 2006 bajo el título: “Mi testamento espiritual“. Aquí te lo presentamos en 10 hermosas frases:
1.- Doy gracias a Dios, dador de todo bien, que me ha dado la vida y me ha guiado en diversos momentos de confusión; siempre me ha levantado cuando empezaba a resbalar y siempre me ha devuelto la luz de su semblante.
2.- Doy las gracias a mis padres, que me dieron la vida en una época difícil y que, a costa de grandes sacrificios, con su amor prepararon para mí un magnífico hogar que, como una luz clara, ilumina todos mis días hasta el día de hoy.
3.- La clara fe de mi padre nos enseñó a nosotros los hijos a creer, y como señal siempre se ha mantenido firme en medio de todos mis logros científicos. La profunda devoción y la gran bondad de mi madre son un legado que nunca podré agradecerle lo suficiente.
4.- Mi hermana me ha asistido durante décadas desinteresadamente y con afectuoso cuidado; mi hermano, con la claridad de su juicio, su vigorosa resolución y la serenidad de su corazón, me ha allanado siempre el camino; sin su constante precederme y acompañarme, no habría podido encontrar la senda correcta.
5.- Doy gracias a Dios por los muchos amigos, hombres y mujeres, que siempre ha puesto a mi lado; por los colaboradores en todas las etapas de mi camino; por los profesores y alumnos que me ha dado. Con gratitud los encomiendo todos a Su bondad.
6.- Quiero dar gracias al Señor por mi hermosa patria en los Prealpes bávaros, en la que siempre he visto brillar el esplendor del Creador mismo.
7.- Doy las gracias al pueblo de mi patria porque en él he experimentado una y otra vez la belleza de la fe. Rezo para que nuestra tierra siga siendo una tierra de fe y les ruego, queridos compatriotas: no se dejen apartar de la fe.
8.- A todos los que en la Iglesia han sido confiados a mi servicio, les digo: ¡Manténganse firmes en la fe! ¡No se dejen confundir! A menudo parece como si la ciencia fuera capaz de ofrecer resultados irrefutables en desacuerdo con la fe católica (…) Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida, y la Iglesia, con todas sus insuficiencias, es verdaderamente su cuerpo.
9.- A todos aquellos a los que he agraviado de alguna manera, les pido perdón de todo corazón.
10.- Pido humildemente: recen por mí, para que el Señor, a pesar de todos mis pecados y defectos, me reciba en la morada eterna. A todos los que me han sido confiados, van mis oraciones de todo corazón, día a día.