El Papa anima a los misioneros, sanitarios y voluntarios implicados en la lucha contra la lepra

Tras la oración del Ángelus, transmitida desde la Biblioteca Vaticana del Palacio Apostólico, el Papa Francisco recordó ayer domingo 31 de diciembre la 68 Jornada mundial de los enfermos de lepra y animó a los que están junto a los enfermos, con estas palabras. “Se celebra hoy el Día Mundial de la Lepra, iniciado hace más de sesenta años por Raoul Follereau y llevado adelante especialmente por las asociaciones inspiradas en su labor humanitaria. Expreso mi cercanía a quienes padecen esta enfermedad, y animo a los misioneros, agentes sanitarios y voluntarios comprometidos en su servicio. La pandemia ha confirmado lo necesario que es proteger el derecho a la salud de las personas más vulnerables: espero que los líderes de las naciones unan esfuerzos para curar a quienes padecen la enfermedad de Hansen y por su inclusión social”.
La Iglesia cuenta con una larga tradición de asistencia a los enfermos de lepra, especialmente en los territorios de misión, que se manifiesta no solo con la atención médica y la asistencia espiritual, sino que también les ofrece la posibilidad de reintegrarse a la sociedad y promover sus derechos. Los testimonios de muchos santos misioneros que han dedicado su vida a aliviar el sufrimiento de los enfermos de lepra, como San Jozef Daamian De Veuster SSCC, Santa Marianna Cope, OSF, Santa Teresa de Calcuta, el Beato Jan Beyzym, SJ, el venerable Marcello Candia, un laico, son elocuentes al respecto. 
Según datos del último “Anuario estadístico de la Iglesia”, la Iglesia católica gestiona 577 centros para enfermos de lepra en todo el mundo. Este es el desglose por continente: en África 209, en América 33, en Asia 316, en Europa 18 y en Oceanía 1.

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