El Papa a bomberos: Su profesión recuerda al Buen Samaritano, tiene carácter de misión

El sentido de la dedicación, la disposición, la abnegación, la audacia y la voluntad de sacrificio, fueron algunas de las virtudes que el Papa Francisco destacó del Cuerpo de Bomberos italiano, recibido en el mediodía de este sábado 10 de diciembre en el Vaticano. Para el Papa son características que recuerdan al Buen Samaritano, quien, al encontrarse en el camino con un hombre robado, herido y abandonado, le atiende “con gran compasión y generosidad”. 

En el inicio de su discurso el Santo Padre destacó el servicio a la comunidad que los bomberos prestan tanto en situaciones cotidianas como en grandes emergencias y recordó la más reciente en Italia, la inundación en la isla de Ischia, pero también las numerosas intervenciones para ayudar a las víctimas de los terremotos, algo de lo que él mismo pudo ser testigo durante sus varias visitas pastorales en Italia.  

Una profesión con carácter de misión

En situaciones de grave peligro los bomberos arriesgan, reconoció el Pontífice, “su propia seguridad”: se trata, pues, de una elección “personal y consciente, que se justifica por su deber de proteger a las personas y a la comunidad en momentos de necesidad”. Una elección que el Papa compara con la actitud del Buen Samaritano, que “muestra caridad y disponibilidad ayudando a los desafortunados en el momento de mayor necesidad”, mientras tantos otros “por indiferencia o dureza de corazón” han vuelto la mirada hacia otro lado.  El Buen Samaritano, dijo aún Francisco, “muestra la compasión y la ternura de Dios”, y enseña a ir “más allá de la emergencia” y a preparar “las condiciones para la vuelta a la normalidad”

De hecho, tras prestarle los primeros auxilios, lleva al herido a un hotel y se lo confía al hotelero para que se recupere.

La sociedad necesita de fuerzas sanas y fiables

A los bomberos italianos, que representan “una de las expresiones más bellas de la larga tradición de solidaridad” de este pueblo, el Papa instó a valorar este patrimonio “moral y cívico”, cultivándolo ante todo en su estilo de vida personal: 

La suya es una de esas profesiones que tienen el carácter de una misión: una misión de servicio a las personas en momentos de necesidad, desde las pequeñas a las grandes emergencias que puedan producirse; una misión de servicio a la dignidad de las personas, que en la dificultad nunca deben ser abandonadas; una misión de servicio al bien común de la sociedad, que, especialmente en momentos de crisis, como el que vivimos actualmente, necesita fuerzas sanas y fiables, que trabajen tenazmente en la sombra.

El Buen Samaritano de la humanidad

Con la Navidad “ya cercana” – fiesta que resume mejor que cualquier otra los valores de “cercanía, compasión, ternura; solidaridad, servicio y fraternidad” – finalizando su discurso el Santo Padre explicó a los bomberos que “todo esto nos ha sido revelado no escrito en un código para ser observado, sino escrito en la carne de un Hijo de hombre, Jesús”. Se trata de “la novedad cristiana que no deja de sorprendernos”, les dijo: 

Dios vino a salvarnos siendo como nosotros. Hizo lo que ustedes hacen: vino a socorrernos en el peligro, para salvarnos, y lo hizo de la manera más radical, sabiendo que tenía que dar su vida para salvarnos. Es el Buen Samaritano de la humanidad. 

Que todos experimenten cuánto ama Dios al hombre

Con la esperanza de que “este gran aniversario cristiano sea una ocasión para que todos descubran y experimenten cuánto ama Dios al hombre, a todo ser humano”, de los cerca de tres mil bomberos voluntarios, acompañados por sus familiares, el Papa se despidió con estas palabras: 

Que la Virgen María, que acudió “deprisa” a su prima Isabel para ayudarla, sea su modelo. Los encomiendo a la intercesión de su patrona, Santa Bárbara, los bendigo a ustedes y a sus familias de todo corazón; y les pido que, por favor, recen por mí.

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