Con la Coronilla de la Divina Misericordia, o Rosario de la Misericordia, se obtienen enormes gracias, incluso para los más pecadores. Encuentra cómo rezarla completa aquí.
El origen de la Coronilla de la Divina Misericordia
La Coronilla de la Divina Misericordia es una oración que Jesús le dictó a Santa María Faustina Kowalska (1905-1938) como un medio para dar a conocer su misericordia.
La Coronilla de la Divina Misericordia se reza a las 3 de la tarde todos los días y a esa hora se le conoce como la Hora de la Misericordia.
¿Cómo se reza la Coronilla de la Divina Misericordia?
Rezarla toma sólo 5 minutos.
- Inicia con la señal de la Cruz
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. - Reza un Padre nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea Tu nombre. Venga a nosotros Tu Reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos de todo mal. Amén - Reza un Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. - Proclama el Credo corto
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos, está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde ahí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
- En las cuentas grandes del Rosario, dices:
Padre eterno: Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el alma y la divinidad de Tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero. - En cada una de las 10 cuentas chicas del Rosario, dices:
Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. - Al terminar las cinco decenas dices 3 veces:
Santo Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
- Puedes añadir al final
Oh, sangre y agua, que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia, en ti confío. - Al terminar haz la señal de la Cruz
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.